viernes, 24 de julio de 2020

2020

Mi bosque de Alcalá
Cuando fui para Europa, mi mayor miedo era el regresar a casa siendo la misma persona, como si nada hubiera pasado, que solo fuera un tiempo vivido fuera y nada más.
Me planteé mil escenarios negativos posibles...justo el único en el que no había pensado, el de una pandemia, fue el que tuvo que pasar (jejeje).
De todas maneras me alegra decir que mi mayor miedo no se cumplió. No soy la misma persona que se fue hace 8 meses. He vivido mucho en poco tiempo, he reído y llorado tanto que siento que en algo he cambiado. 

Siempre hay decisiones que tomar, caminos que elegir
Ahora ya estoy al fin en mi casita, muy contenta de estar con los míos. Es cierto que tengo un sentimiento de tristeza conmigo, como un velo, pero eso es por otras razones que nada tienen que ver con el lugar en el que me encuentro. Espero que en los próximos meses ese velo desaparezca. 
Antes de irme yo ya tenía un plan que seguir a mi regreso. Ahora todo ha cambiado. Ahora solo sé que debo hacer un nuevo plan. He aprendido que si solo me dejo llevar por la vida, no vivo. Al menos de la forma en que quisiera. Las cosas más bonitas que me pasaron en Europa fueron porque vencí el miedo y me atreví.

Ahora les voy a contar todo lo que he aprendido de mi (si les interesa claro, jeje)
  • Aprendí que la soledad y yo no nos llevamos bien (así tipo Alejandro Sanz), que me gusta mucho estar acompañada y conversar y que yo me alimento de la energía de otras personas (tanto tiempo pensando que yo era introvertida). Pero que si bien es bueno salir y hacer nuevos amigos, hay momentos en los que debo estar sola y por eso debo aprender a disfrutar de mi compañía, sin torturarme. Y sobre todo que la soledad no es lo peor que nos puede pasar (antes pensaba que sí).
  • Aprendí a no posponer por mucho tiempo. Me alegro de las cosas que adelanté. Los viajes que hice en Diciembre/Enero y que yo pensaba hacer en Marzo/Abril. Y lamento mucho las cosas que dejé para después...como conocer el jardín botánico Real, o el museo Reina Sofía. Aprendí que la vida es ahora, sí, incluso en cuarentena.
Año nuevo en Polonia :)

La fría Polonia

La elegante Austria

En el palacio de Sissi
  • Descubrí las cosas que no me gustan de mi. Todavía tengo mucho en qué trabajar conmigo misma.
  • Antes de viajar le tenía mucho miedo a los españoles hombres (a las mujeres no). Me parecía que eran muy toscos en su manera de hablar, y actuar (es que yo soy muy sensible a los tratos iiiii). Pero me agrada decir que un 95% de los españoles hombres que conocí fueron demasiado amables, siempre listos a ayudar. 
  • Me alegra decir que valoré cada momento que estuve en Europa, España, en Madrid, en Alcalá. Cada vez que iba a la universidad, biblioteca, gimnasio, etc. y miraba los paisajes tan hermosos, me repetía a mi misma lo afortunada que era. 
  • Y otra cosa, ya no creo en el destino. ¿Está eso mal? Le he dado tantas vueltas al tema, he visto muchos videos, conferencias, y sobre todo yo así lo siento. Como sabiamente lo decía John Steinbeck: Timshel.
De libros y películas:

No me sentía con ganas de hablar detalladamente de algún libro leido. A excepción de los de Elizabeth Gaskell, me resultaba mucho disfrutar plenamente de la lectura. Lo intenté con "Casa desolada" de Dickens y por primera vez no pude terminar un libro de él, no era el momento. Más adelante lo continuaré. El último libro que leí en España fue "Resurrección" de Leon Tolstoi. Lo disfruté mucho, pero no lo pude terminar. Aquí en Lima ya la estoy retomando. Creo que será mi primera recomendación del año.


Una chica muy adorable me llevó a conocer el barrio de las letras en Madrid. Mil gracias Laura
Allá en España, en los días de libertad fui a la Filmoteca Española (un lugar que siempre llevaré en mi corazón, aunque por ahora me cause algo de pena), y a otro sitio que no recuerdo exactamente donde estaba pero donde pasaron "Los pájaros"de Alfred Hitcotch. Yo solita agarraba mi mochilita, tomaba el tren, 40 minutos hasta Atocha, y a ver las películas :). Y en los días de cuarentena, el canal "La trece" fue mi mejor amigo. En serio. Al menos en las tardes. Mil gracias por sus westerns y las películas antiguas que tanto me gustan. 

A los amigos españoles que caen por este blog les digo que tienen un país muy hermoso, lleno de gente alegre y amable. España es un país tan bonito, tan lleno de oportunidades (como dice una amiga, en donde se siente que se puede lograr todo), yo realmente espero que la sepan valorar y querer.
Solo me queda por decir, España, Europa, no es un adiós, sino un hasta pronto :)
Galicia