domingo, 2 de agosto de 2020

William Wyler: The collector (1965)



Como les contaba en el anterior capítulo del blog, durante mi estadía en Madrid pude conocer la Filmoteca Española, y la película que me tocó ver fue "El coleccionista", del director William Wyler.
Como ahí pasan en su mayoría cine clásico, yo pensaba que iba a encontrarme un cine medio vacío, pero sucedió todo lo contrario (para mi sorpresa y alegría) y la sala estaba completamente llena. 

Fui muy feliz :')


¿De qué trata?

La película cuenta la historia de Freddie, un joven que se dedica a coleccionar mariposas. Vive solo en una gran casa en el campo. También se dedica a espiar a una linda joven, Miranda (Samantha Eggar), que estudia arte. Un día lleva a cabo su plan de secuestrarla con la esperanza de que con la convivencia, ella se enamore de él.



Opinión

Esta película definitivamente no es de las que yo diría mi tipo. A mi me gusta el cine clásico hasta la década de los 50, y una que otra de los 60. Pero tengo que decir que "El coleccionista" es una muy muy buena película. Buena historia, buena dirección y muy buenos actores. Sobre todo la de Samantha Eggar. La de él también es buena, pero creo que pudo hacerlo mejor en algunas escenas, sobre todo teniendo en cuenta que el suyo era un personaje súper interesante, el de un hombre introvertido que había vivido siendo la burla de sus compañeros de trabajo hasta que por un golpe de suerte gana una pequeña fortuna. Con ese dinero se compra una gran casa en el campo, renuncia a su trabajo, secuestra a Miranda, una joven elegante y culta, y procura ganarse su amor. Porque él sabe que en realidad una muchacha como ella jamás se fijaría en él (independientemente de que sea un psicópata iiii).



La película mantiene el interés durante todo momento. Yo soy de ver las películas tapándome los ojos en los momentos de tensión, encogiendo las piernas, molestando a la persona que está al costado (aunque como estaba sentada entre dos desconocidos no podía hacer eso iiii), y con esta película no me pude estar quieta. Aplaudía, me asustaba, y me moría por comentar con alguien alguna escena.

Yo por eso cuando veo un carro muy pegado a la pared, paso corriendo :O


Al salir del cine, mientras me dirigía a la estación Atocha, me puse a pensar en las otras películas de William Wyler que he visto: Vacaciones en Roma, Ben Hur, Los mejores años de nuestras vidas, Mrs. Miniver, Jezebel, The big country. Todas ellas me encantan y son tan distintas entre sí. Pero tienen algo que las diferencia completamente de esta película. En todas ellas, si bien hay mucho drama presente, hay algo de ingenuo, de irreal. Creo que por eso no soy tan fan de las películas de los años 60, porque a partir de ahí le inyectan, poco a poco, más realismo. Y yo con la vida real ya tengo suficiente jeje. Pero me alegró que eso no me impida disfrutar de una muy buena película.




La vida 

He querido escribir sobre esta película porque no quiero olvidarla. Recuerdo perfectamente ese día, aunque no la fecha, solo que era un sábado de enero. Había tenido una mañana muy divertida y no quería pasar la tarde sola en el lugar donde vivía (yo tengo un problema personal con los sábados por las tardes). Así que almorcé rapidito, fui al tren que me llevaría a Atocha, me dirigí a la Filmoteca, compré la entrada y luego me puse a pasear por los alrededores mientras esperaba que empezara la película. ¿No tiene mucho de especial verdad? No es que haya hecho algún amigo ahí o algo extraordionario ocurriera. Pero para mi representa muchas cosas. Es mi lucha por vencer ese sentimiento de nostalgia que a veces me embarga; es mi lucha permanente por buscar una comunidad, por sentir que pertenezco a algún lado. Es también la libertad y el deseo de vivir.